El escritor presentó su novela en un encuentro cercano e íntimo con numerosos lectores toledanos.
En la tarde de este jueves, el Festival del Cine y la Palabra, CiBRA, ha vuelto a demostrar que se puede fusionar literatura y cine en un mismo festival. El aclamado escritor Manuel Vilas ha presentado, ante una sala de Venta de Aires repleta de gente, su última novela “Los besos”. “Estoy muy agradecido de estar aquí esta tarde, veo que el Festival ya es un éxito rotundo, así que me alegro muchísimo por él”, ha señalado el escritor.
“Los besos” fue escrita durante el confinamiento del Coronavirus, y es que el contexto principal de la novela es la “llegada del virus”. De esta manera, confiesa que escribió el libro con el “ánimo de inventarme dos personajes que no estuvieran viendo el telediario, cosa que era muy difícil”, ha remarcado Vilas, en la presentación, capitaneada por el profesor Luis Miguel Soto.
La trama del libro transcurre en marzo de 2020, en la que un profesor, Salvador abandona Madrid por prescripción médica y se va a una cabaña en la sierra con una maleta llena de libros, entre los que destaca el Quijote y la Biblia (“que no leerá”). El primero de ellos le servirá como “fuente de inspiración y refugio” mientras el mundo se bate en duelo con el gigante Covid-19, al igual que el Ingenioso Hidalgo hiciera contra los molinos.
Es en esa sierra donde conoce a una mujer quince años menor, Montserrat, que es quien le lleva la compra de la única tienda que hay en el pueblo donde se instala. Pronto, entre ambos crece una confianza plena e inesperada, llena de revelaciones.
Con el paso del tiempo, ambos se enamoran y construyen una relación madura, con las prevenciones propias de sus cuerpos y recuerdos, sin embargo, el pasado reaparece constantemente.
Estos son los ingredientes con los que Vilas (Barbastro, Huesca, 1962) ha elaborado “Los besos”, una novela que es también un gran homenaje a Cervantes, pero sobre todo que demuestra que enamorarse, a cualquier edad, es la auténtica tabla de salvación en un mundo en crisis.
“El amor es un lugar en el que volver a ilusionarse cuando hay una catástrofe mundial. Necesitaba volver a ilusionarme con la vida, porque a mi la pandemia me sentó fatal. Es verdad que sí tenía más tiempo para escribir, pero psicológicamente mal. Además, yo decido cuándo quiero escribir y cuando no; y mis historias tratan sobre la vida y si esta me la tocan, humillan o machacan mi celebración queda perjudicada. Por eso decidí escribir una historia de amor, para reconciliarme con ella”, expuso.
Es por ello, que inspirado en el amor romántico de las películas “Casablanca” y “Deseando amar” se “apañó la vida” y se puso a escribir la novela con la esperanza de “crear amor”.
También hubo tiempo para charlar de su anterior libro “Roma”, un poemario al que a él le gusta más definir como un “diario de viaje”, en el que el escritor plasma sus vivencias durante el tiempo que estuvo viviendo en “la ciudad eterna”. “Yo tenía la obsesión de conocer la ciudad, y mi manera fue a través de la escritura de este libro. Es un diario muy humilde”, confesó.
Finalmente, el escritor ha querido destacar la gran relación que tiene el cine con la literatura, ya que la mayoría de los guiones de películas o series vienen sacados de novelas o textos. “Son dos artes primas-hermanas, la una no podría existir sin la otra, se complementan muy bien”, recalcó el escritor que en el fondo es “muy cinéfilo”.
Fotografías | Alejandro Escámez
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CiBRA, festival del Cine y la Palabra está apoyado por el Ayuntamiento de Toledo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación provincial de Toledo y el Ayuntamiento de la Puebla de Montalbán.