Amezcua es el guionista de películas tan reconocidas como ‘El Aviso’, ‘La sombra de la ley’ o ‘Atrapa la bandera’.
El borrador es el punto de partida de un buen guion.
La animación te da más libertad creativa.
Los encuentros de cine ‘Reyes Abades’ del Festival CiBRA de Toledo han llegado al ecuador. En la jornada de hoy ha sido el turno para conversar sobre los guiones cinematográficos. Para ello, se ha contado con la presencia de Patxi Amezcua, quien tiene en su haber el premio de Mejor Película en el Festival de Málaga por su película ’25 kilates’.
Además, Amezcua ha sido el guionista de dos películas muy taquilleras este año como son ‘El Aviso’ y ‘La sombra de la ley’. En referencia a esta última, el guionista y director de cine, le ha contado a los jóvenes cómo se hizo el guion de la película así como el proceso de montaje que tuvo. En esta cuarta jornada de encuentros cinéfilos, se han congregado más de 235 alumnos de diferentes centros educativos de la provincia de Toledo: IES Alfonso ‘El Sabio’, IES Princesa Galiana e IES ‘El Greco’. Sobre esta gran afluencia de público, el propio Amezcua ha confesado que “es muy de agradecer que alrededor 300 chavales se interesen por el cine y por la cultura”.
Asimismo, Amezcua ha desvelado lo que debe de tener un buen guion “el borrador es el punto de partida. Hay que tener dos cosas muy claras a la hora de escribir un guion, el principio y el final, así como el género. Si no tienes claras esas cosas es muy fácil que te pierdas y acabes aburriéndote de él y se quede a medias”. Además, confiesa que los guiones sufren muchos cambios durante el proceso, ya que también depende de la producción de la película.
¿CÓMO SURGEN LAS HISTORIAS DE LOS GUIONISTAS?
En este sentido, Amezcua ha dicho que como guionista hay dos maneras de escribir guiones. Una es la tuya propia, escribes tus historias, relatos que te inventas, como es el caso de ‘La sombra de ley’, ‘Séptimo’ o ’25 kilates’.
“Yo tenía ganas de escribir y de contar la situación de Barcelona de los años 20, donde España vivía un momento político-social muy caótico fruto de los violentos enfrentamientos callejeros entre matones y anarquistas”
La otra manera es por encargo, como le pasó con la película ‘El aviso’. “Esta película era un trabajo existente que había dado muchas vueltas, se había intentado hacer en Estados Unidos, en Canadá; pero finalmente volvió a España y yo tenía el encargo de transcribir ese guión”.
Patxi Amezcua, además, también es uno de los guionistas de la película de animación ‘Atrapa la bandera’. El guionista afirma que la ventaja de trabajar en animación es que todo es posible, mientras que cuando haces una película con personajes reales las limitaciones son mayores debido a la producción.
“En ficción da igual porque tu puedes poner una escena en la luna que te va a salir igual de cara que en una habitación porque es animación. Te da más libertad creativa y más posibilidad de jugar con los personajes y con la historia”.
Ahora, uno de los problemas que tiene escribir animación es que hay una continua revisión de las historias, ya que mientras se está rodando hay que adaptar el guion a los problemas que pueden surgir. El guionista ha afirmado que le gustaría volver a escribir alguna película de animación. “Me encantó escribir esta historia. Mis hijos me dicen que por qué no hago más pelis de animación. Pero el problema de estas es que son muy caras y lleva mucho tiempo de trabajo. Puede ser un proceso de tres o cuatro años, difícil de sacar adelante, pero es verdad que luego funcionan muy bien en taquilla e incluso internacionalmente”.
Finalmente, Amezcua ha contado a los jóvenes que ahora el trabajo de los guionistas está en auge, ya que con la cantidad de series y programas de televisión que hay, así como las nuevas plataformas que están surgiendo y que tienen proyectos nuevos. “Ahora tengo dos proyectos en fase de escritura de piloto con una mini serie y tengo también una oferta para escribir la 3º temporada de la serie de Gigantes Movistar +”.
Fotografías | Javier Clos
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CiBRA, festival del Cine y la Palabra está apoyado por el Ayuntamiento de Toledo, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación provincial de Toledo y el Ayuntamiento de la Puebla de Montalbán.